domingo, 28 de agosto de 2011

Confrontaciones de los axiomas de la sociología con el desafio de Freud





El legado de la sociología, la promesa de la ciencia social

Laura Rodriguez Solis




El legado de la sociología, la Promesa de la Ciencia Social.
Según Immanuel Wallerstein: “El saber Social: Legado, Desafíos, Perspectivas”. El legado es algo que denominaré “la cultura de la sociología”, arguiré también que, ya durante varias décadas, ha habido retos significativos precisamente a esa cultura. Estos retos consisten esencialmente en llamados a impensar la cultura de la sociología. Nosotros dividimos el saber social de tres modos distintos: intelectualmente como disciplinas: organizacionalmente como estructuras corporativas; y culturalmente como comunidades de estudiosos que comparten ciertas premisas elementales.
 Varias disciplinas de las ciencias sociales al igual que la sociología, han dejado de ser disciplinas porque ya no representan áreas de estudio obviamente diferentes con métodos diferentes y por ende con fronteras firmes y distintivas; aunque si creo que todas siguen siendo muy fuertes en el aspecto organizacional. Al contrario deseo concentrar mi atención sobre la sociología en cuanto cultura, es decir, como una comunidad de estudiosos que comparten ciertas premisas; la cultura de la sociología es reciente y vigorosa, pero también frágil, y que puede continuar enriqueciendo solo si se transforma.
El Legado.
¿Qué podemos dar a entender por cultura de sociología?; en primer lugar, lo que normalmente entendemos por “cultura” es un conjunto de premisas y practicas compartidas; en segundo lugar pienso que las premisas se revelan, no definen. La lista más común en estos días para los sociólogos de todo el mundo es Durkheim, Marx y Weber, pero ¿de donde provino esta lista?, después de todo, Durkheim si se denomino al mismo tiempo sociólogo, Weber solamente lo hizo en el último periodo de subida, e incluso entonces ambiguamente, y Marx, por supuesto nunca lo hizo. Precisamente a los tres anteriores representan la “sociología clásica”; esta agrupación obedece en gran medida a Talcott Parsons, ya que tenía la intención de que se canonizara la triada Durkheim, Weber y Pareto; sin embargo no logro convencer con la importancia de Pareto y sin embargo se esforzó por dejar fuera a Marx.
Entre 1945 y 1970 este canon, definitorio de la cultura, tuvo su mayor vigencia. El canon comenzaba con Durkheim, quien creo, es el más autoconscientemente sociológico de los tres. En consecuencia quisiera reformular el argumento de Durkheim como el Axioma 1 de la cultura de la sociología: Existen grupos sociales que tienen estructuras explicables y racionales. El problema con lo que llamo el Axioma 1 no es la existencia de estos grupos, si no su falta de unidad interna. Aquí es donde entra Marx. El busca responder la pregunta: ¿Por qué  los grupos sociales que supuestamente son una unidad de hecho que tiene luchas internas?, la respuesta nos remite a la frase “la historia de toda sociedad existente hasta ahora es la historia de la lucha de clases”. Así el conflicto social, tan central para la vida social misma, es puesto en primer plano por Marx; por lo que el axioma 2 se define a partir de este mismo.
Axioma 2:, de la cultura de la sociología: Todos los grupos sociales contienen subgrupos que se escalonan según jerarquías y que entran en conflictos entre sí. Aquí es donde creo que entra Weber, porque tiene una explicación de la existencia del orden a pesar del conflicto. Comúnmente se identifica a Weber como el anti-Marx. Weber añade el tercer factor para poder entender, la “creencia en la legitimidad”, en este punto esboza sus tres tipos puros de autoridad o dominación legitima: la legitimidad basada en fundamentos racionales, la que esta basada en fundamentos tradicionales y por ultima a la que se basa en fundamentos carismáticos. La imagen que weber nos ofrece es la de que la autoridad es administrada por un equipo, una burocracia, que es “desinteresada”, en el sentido de que no tiene partido tomado a priori.  De aquí que el Axioma 3 de la cultura sociológica se derive de la siguiente manera: En la medida en que los grupos/Estados contienen sus conflictos, ello acontece mayormente porque los subgrupos de menor rango conceden legitimidad a la estructura de autoridad de grupo, basados en que esto permite al grupo sobrevivir, y los subgrupos ven ventajas de largo plazo en la supervivencia del grupo, esta contiene tres proposiciones: la realidad de los hechos sociales, la perennidad del conflicto social, la existencia de mecanismos de legitimación para contener el conflicto. Este conjunto de axiomas no es un modo sofisticado y mucho menos adecuado de percibir la realidad social; es un punto de partida de la cultura sociológica la cual es nuestro legado esencial.
Los desafíos
Les presentaré 6 desafíos que en mi opinión plantean preguntas muy serias acerca de la serie de axiomas. Los presentare en el orden con el que empezaron a tener impacto sobre el mundo de la sociología, y mas generalmente sobre la ciencia social. Los siguientes son desafíos, no verdades. Desafíos son serios si hacen demandas creíbles a los estudiosos para reexaminar sus premisas. <un desafió es entonces parte de un proceso, el inicio y no el final del proceso.
El primer desafío se asocia con Sigmund Freud, este le dijo al mundo, y en particular al mundo médico, que el comportamiento que nos parece extraño e irracional es de hecho explicable, si uno logra comprender que gran parte de la mente del individuo opera a un nivel que Freud llamo inconsciente. Este argumento es tan profundo que yo argumentaría que ni siquiera hemos empezado a enfrentarlo. El segundo reto, es el reto al eurocentrismo y a partir de la “especificad”, concepto clave de Abbel –Malek, y esto requiere añadir un hilo geográfico a lo histórico. El problema central que nos plantea es “profundizar y definir las relaciones entre el concepto del tiempo en el ámbito de las sociedades humanas”. Esto nos deja con un desafío civilizacional sobre la naturaleza del tiempo, un tema que ni siquiera era un tema para la cultura clásica de la sociología. Y esto nos conduce directamente al tercer desafío: Este tiene que ver con el tiempo, no sobre dos visiones del tiempo, sino sobre las múltiples realidades del tiempo, sobre la construcción social del tiempo. Fernand Braudel argumenta que en realidad hay cuatro tipos distintos de tiempo social, pero que en el siglo XIX y gran parte de XX, la mayoría abrumadora de los científicos sociales percibía solamente dos de ellos. El cuarto reto proviene desde afuera de la ciencia social. Ha llegado al surgimiento de un movimiento de conocimiento en las ciencias naturales y las matemáticas que se conoce como estudios de complejidad. Y quien mejor que Ilia Prigogine, quien durante mucho tiempo ha insistido en los problemas del “no equilibrio y la complejidad”. El quinto desafío: “El Feminismo”, Las feministas le dicen al mundo del conocimiento que ha estado prejuiciado de múltiples maneras. Ha ignorado a las mujeres como sujetos del destino humano, así como en el ámbito del conocimiento social como en el ámbito del conocimiento natural. El sexto y ultimo desafío: que tal vez es el más sorprendente de todos y el que menos se discute. Consiste en que la modernidad, la pieza central de todo nuestro trabajo, en realidad nunca existió. Esta tesis ha sido adelantada por Bruno Latour, el titulo cuyo libro es mensaje: “Nunca hemos sido modernos”. Latour ataca a los que se denominan antimodernos, modernos y posmodernos. Nadie jamás ha sido moderno. La modernidad nunca ha comenzado. Nunca ha habido un mundo moderno. El uso del pretérito perfecto es importante aquí, porque es una cuestión de sentimiento retrospectivo de releer nuestra historia. Esto conduce a Latour al problema del tiempo y a la ambigüedad que conlleve.
Perspectivas
Quisiera abordar la promesa de la ciencia social en los términos de tres perspectivas: la reunificación epistemológica de las llamadas dos culturas, las de la ciencia y de las humanidades; la reunificación organizacional y renovada división de las ciencias sociales; y la asunción por parte de la ciencia social de centralidad dentro del mundo del conocimiento. Ampliar el conocimiento de un campo especifico implica hacernos conscientes de cuanto ignoramos acerca de mismo. La ciencia puede jugar un papel más importante en la “creación de zonas de ignorancia que en la de zonas de conocimiento”. Por ello se hace necesario desafiar “la institucionalización de las divisiones nominales de las ciencias sociales” de igual manera, hay que aprender a tratar lo universal y lo particular como una pareja simbiótica que nunca desparecerá.

La sociología: Ciencia de la Modernidad



Laura Rodriguez Solis






La Sociología: ciencia de la modernidad
Las ciencias sociales, al igual que las ciencias naturales, son producto de un periodo y unas circunstancias históricas específicas: la modernidad.
La Institucionalización de la ciencia, permitió la creación y el mantenimiento de instituciones dedicadas exclusivamente a la investigación. El nacimiento de las ciencias sociales se produjo durante el siglo XIX, con la intensión de sus precursores de reproducir el ámbito de las relaciones humanas. A pesar de que el objeto de las ciencias sociales en su conjunto es la vida de los seres humanos en la sociedad; cada una de estas ciencias ha desarrollado preguntas específicas que han dado lugar al desarrollo de tradiciones de conocimiento diferenciadas.
La preocupación central de la sociología, se ha dirigido, desde su nacimiento en Francia y Alemania, a las relaciones sociales y las instituciones a las que ha dado lugar la modernidad. En ese sentido en el que podemos afirmar que la sociología es la ciencia de la modernidad; esta en sus análisis y diagnósticos sobre la modernidad, no privilegia la dimensión económica, política o cultural, sino que establece vínculos entre estas instituciones. Al mismo tiempo ha ido contra esta concepción al subrayar la dependencia que tienen los individuos de los otros con quienes comparten los contextos sociales en los que se desenvuelven, resalta el hecho de que las normas, relaciones e instituciones sociales pueden ser fuente tanto de constreñimiento como de habilitación para las decisiones y acciones individuales.
Los sociólogos comparten la convicción de que esta relación individuo-sociedad se produce de manera muy diferente dentro de las sociedades modernas en comparación con las sociedades tradicionales.  Durante la modernidad han dado  lugar a la aparición de una amplia diversidad de relaciones sociales, cuya complejidad también se acrecienta; ante estas diversidades se plantea la interrogante acerca de la forma en que se mantiene la integración social.
La sociedad se desarrolla en distintos ámbitos funcionales, en donde los individuos se relacionan de maneras muy diversas. Hay que considerar que en las sociedades actuales las personas aumentan su sentido de individualidad. Los cambios que se expresan en la conciencia individual, deriva en muchas ocasiones en lo que los sociólogos denominan anomia. En muchas ocasiones esto produce desorientación en los individuos, pues no tienen certeza sobre lo que es posible y lo que no lo es; lo que es justo y lo que es injusto. En consecuencia se encuentran sujetos al riesgo. Los valores se debilitan, la diferenciación social y el pluralismo de los valores causan una tensión constante entre la sociedad y sus miembros. Se hacen presentes la desorganización social y la desnormalización de los roles.
Los fenómenos de los que se ocupan las ciencias sociales en su conjunto son históricos, cambiantes e irrepetibles; reconocen patrones y tendencias, no pueden predecir la ocurrencia de fenómenos sociales. Para ilustrar la relación entre las ciencias sociales y su objeto, se hace la presencia de el caso Estado moderno, ese fue concebido primero por pensadores que criticaron la realidad sociopolítica que les toco vivir; esta critica sentó las bases para la construcción de los estados nacionales.
La Sociología como tradición del conocimiento.
Una disciplina científica se construye en un contexto histórico especifico, y la sociología fue el resultado de un proceso que, en lo esencial, se produjo a lo largo del siglo XIX. Este estuvo marcado, en sus inicios, por el peso de dos grandes revoluciones modernas: la industrial y la francesa; en donde se crearon problemas sociales, y por esa misma razón requieran de la intervención y reflexión de la sociedad sobre la misma: ese fue el sentido del surgimiento de la sociología.
Auguste Comte, es a quien se le reconoce como el padre fundador de la disciplina. En la obra de Karl Marx, “El capital”, también se encuentra el análisis que prefiguran a la sociología, ya que el propósito de esta obra era encontrar las regularidades que se operan en la sociedad moderna.
Por lo tanto, Comte y Marx fueron importantes antecedentes; posteriormente, Emile Durkheim y Max Weber construyeron los andamiajes sobre los cuales se fundó la disciplina sociológica, su objeto es la comprensión de las relaciones e instituciones del mundo moderno, y porque en ella conviven diferentes formas de concebir la naturaleza de lo social. Esta diversidad se expresa en la existencia de dos grandes tradiciones, de las que se deriva una gran variedad de escuelas. Dichas tradiciones son la positivista y la hermenéutica.
La tradición positiva o naturalista: la escuela francesa de sociología.
La sociología francesa, fundada en 1876 por un psicólogo experimental, Theodore Ribet, bajo una línea positivista, la mayoría de los autores abordaban temas sociológicos aunque fueran profesores de filosofía. Con Emile Durkheim apareció en la tradición francesa la figura del sociólogo. Egresado de la Escuela Normal Superior, su preocupación giraba en torno a la necesidad de lograr una unidad interna y racional entre las ideas y los hechos. Su incesante exigencia de una construcción rigurosa del objeto de estudio de la sociología y de una comprobación de las teorías por medio de pruebas empíricas recorre toda su obra y constituye la base de un compromiso de nuevo cuño, consagrado a la constitución de la sociología como ciencia empírica. Durkheim sostiene que los fenómenos sociales son externos a los individuos y que se les imponen incluso cuando parecen ser extremadamente íntimos, como es el caso del suicidio.
Como la sociología no puede proceder por experimentación directa, debe hecerlo por “experimentación indirecta”, es decir, por comparaciones. ¿Qué es lo que se debe comparar? Las variaciones reciprocas de los diversos factores estudiados: si un fenómeno (la filiación religiosa) varía con otro fenómeno (tasa de suicidio) es porque entre uno y otro existe una relación de casualidad directa o indirecta sobre la que el sociólogo debe echar luz.
La sociología se transformo oficialmente en Ciencia de la Educación en Sociología en 1913; gracias al empeño de Durkheim se institucionaliza como una ciencia independiente.
La tradición hermenéutica: la escuela alemana de sociología.
1880 apareció el término sociología en Alemania, y en 1914 se crea la primera catedra sobre la materia. A diferencia de la postura positivista , esta tradicion insiste en la relación distintiva entre el sujeto cognoscente y el objeto a investigar en las ciencias sociales y, por lo tanto, se propone la comprensión del significado como el método adecuado para entender la realidad social.
El desarrollo de la sociología del siglo XX: sociedad del conocimiento y del riesgo.
La segunda guerra mundial marcó un cambio en el escenario geográfico para la investigación sociológica que, como afirma el sociólogo estadunidense Jeffrey Alexander, se desplaza de Europa hacia Norteamerica; ahí se conserva el optimismo y la confianza en defender y reconstruir el mundo moderno. Los conflictos que según Marx , destruirían a la sociedad capitalista , y que a juicio de Parsons serían superados por la sociedad moderna, aun estaban allí.
Hoy la sociología investiga a la sociedad desde puntos de vista diferentes, que van desde el análisis de la acción individual hasta los análisis del sistema-mundo.
Sociedad del Conocimiento.
Las nociones con las que los científicos sociales caracterizan a las sociedades contemporáneas son muy diversas; posmodernidad, modernidad tardía, modernidad reflexiva, sociedad del conocimiento, sociedad del riesgo, entre otras. A pesar de sus diferencias, todas convergen en un punto: la centralidad que le otorgan al conocimiento experto. El conocimiento es una capacidad que poseen los seres humanos como especie; este es un componente fundamental incluso en las relaciones sociales más sencillas. En consecuencia, la cohesión y reproducción de todo grupo social depende de que sus miembros adquieran el conocimiento que resulta importante para el grupo. La producción exponencial de saberes ha permitido el desarrollo de la ciencia y la tecnología modernas. La profundidad de estos cambios permite afirmar que las carcteristicas centrales de lña modernidad han cambiado. Las transformaciones económicas, sociales culturales y políticas de las sociedades actuales se relacionan directamente con las diversas maneras en que el conocimiento experto ha penetrado en todos los ámbitos de la vida de sus miembros, y en ese sentido es que puede afirmarse que son sociedades de conocimiento. El acceso a los medios masivos de comunicación, la divulgación del conocimiento científico y la incorporación de dicho conocimiento a la mayoría de las esferas de la vida cotidiana; también ha generado incertidumbre y resultados negativos.
Sociedad del Riesgo.
Después de consolidarse la revolución científica, e institucionalizarse plenamente durante el siglo XIX, la ciencia cobró cada vez más importancia y prestigio. La ciencia era sinónimo de progreso y racionalidad. Estas creencias condujeron no solo al enorme desarrollo d la investigación, sino también a que la ciencia desplazara otras formas de conocimiento. Sin embargo, estas ideas empezaron a ponerse en duda en el siglo XIX; un ejemplo que ilustra claramente la aparición de consecuencias no previstas en la aplicación, lo constituyen los cambios demográficos.
Esta dinámica entre el conocimiento y la imposibilidad de saber que consecuencias traerá su aplicación ha llevado a abandonar la pretensión de que la ciencia conduce al dominio de la naturaleza y a la resolución  de los problemas sociales. Ulrich Beck sostenían que vivimos en sociedades de riesgo.
Apelar al concepto de riesgo para hablar de los fenómenos en las sociedades actuales es una constante en la tradición sociológica. La elección de los riesgos y de las formas de vida van de la mano.


lunes, 15 de agosto de 2011

Act. 2 Expectativas hacia la Asignatura de Ciencias Políticas y Sociales.

¿Cuáles son mis expectativas hacia la asignatura?

* Sacar buena calificación, para mantener mi promedio.

* Aprender acerca de los temas que expone el maestro, en especial la sociología.

* Mantener una muy buena convivencia y aprender de mis compañeros.

* Comprender los artículos que nos ofrece el maestro para leer.

* Reflexionar con los ejercicios que deja el profesor, acerca del reconocimiento hacía mi persona.

* Entender aspectos sociales que vayan ligados al tema que se este tratando en clase.

* Familiarizarme con los programas (blogger, freemind, ...), para que me sea fácil manejarlos en algún otro aspecto.

* Al finalizar el curso, me gustaría tener la noción de que tratan las Ciencias Políticas y Sociales.