Las ciencias sociales, al igual que las ciencias naturales, son producto de un periodo y unas circunstancias históricas específicas: la modernidad.
La Institucionalización de la ciencia, permitió la creación y el mantenimiento de instituciones dedicadas exclusivamente a la investigación. El nacimiento de las ciencias sociales se produjo durante el siglo XIX, con la intensión de sus precursores de reproducir el ámbito de las relaciones humanas. A pesar de que el objeto de las ciencias sociales en su conjunto es la vida de los seres humanos en la sociedad; cada una de estas ciencias ha desarrollado preguntas específicas que han dado lugar al desarrollo de tradiciones de conocimiento diferenciadas.
La preocupación central de la sociología, se ha dirigido, desde su nacimiento en Francia y Alemania, a las relaciones sociales y las instituciones a las que ha dado lugar la modernidad. En ese sentido en el que podemos afirmar que la sociología es la ciencia de la modernidad; esta en sus análisis y diagnósticos sobre la modernidad, no privilegia la dimensión económica, política o cultural, sino que establece vínculos entre estas instituciones. Al mismo tiempo ha ido contra esta concepción al subrayar la dependencia que tienen los individuos de los otros con quienes comparten los contextos sociales en los que se desenvuelven, resalta el hecho de que las normas, relaciones e instituciones sociales pueden ser fuente tanto de constreñimiento como de habilitación para las decisiones y acciones individuales.
Los sociólogos comparten la convicción de que esta relación individuo-sociedad se produce de manera muy diferente dentro de las sociedades modernas en comparación con las sociedades tradicionales. Durante la modernidad han dado lugar a la aparición de una amplia diversidad de relaciones sociales, cuya complejidad también se acrecienta; ante estas diversidades se plantea la interrogante acerca de la forma en que se mantiene la integración social.
La sociedad se desarrolla en distintos ámbitos funcionales, en donde los individuos se relacionan de maneras muy diversas. Hay que considerar que en las sociedades actuales las personas aumentan su sentido de individualidad. Los cambios que se expresan en la conciencia individual, deriva en muchas ocasiones en lo que los sociólogos denominan anomia. En muchas ocasiones esto produce desorientación en los individuos, pues no tienen certeza sobre lo que es posible y lo que no lo es; lo que es justo y lo que es injusto. En consecuencia se encuentran sujetos al riesgo. Los valores se debilitan, la diferenciación social y el pluralismo de los valores causan una tensión constante entre la sociedad y sus miembros. Se hacen presentes la desorganización social y la desnormalización de los roles.
Los fenómenos de los que se ocupan las ciencias sociales en su conjunto son históricos, cambiantes e irrepetibles; reconocen patrones y tendencias, no pueden predecir la ocurrencia de fenómenos sociales. Para ilustrar la relación entre las ciencias sociales y su objeto, se hace la presencia de el caso Estado moderno, ese fue concebido primero por pensadores que criticaron la realidad sociopolítica que les toco vivir; esta critica sentó las bases para la construcción de los estados nacionales.
La Sociología como tradición del conocimiento.
Una disciplina científica se construye en un contexto histórico especifico, y la sociología fue el resultado de un proceso que, en lo esencial, se produjo a lo largo del siglo XIX. Este estuvo marcado, en sus inicios, por el peso de dos grandes revoluciones modernas: la industrial y la francesa; en donde se crearon problemas sociales, y por esa misma razón requieran de la intervención y reflexión de la sociedad sobre la misma: ese fue el sentido del surgimiento de la sociología.
Auguste Comte, es a quien se le reconoce como el padre fundador de la disciplina. En la obra de Karl Marx, “El capital”, también se encuentra el análisis que prefiguran a la sociología, ya que el propósito de esta obra era encontrar las regularidades que se operan en la sociedad moderna.
Por lo tanto, Comte y Marx fueron importantes antecedentes; posteriormente, Emile Durkheim y Max Weber construyeron los andamiajes sobre los cuales se fundó la disciplina sociológica, su objeto es la comprensión de las relaciones e instituciones del mundo moderno, y porque en ella conviven diferentes formas de concebir la naturaleza de lo social. Esta diversidad se expresa en la existencia de dos grandes tradiciones, de las que se deriva una gran variedad de escuelas. Dichas tradiciones son la positivista y la hermenéutica.
La tradición positiva o naturalista: la escuela francesa de sociología.
La sociología francesa, fundada en 1876 por un psicólogo experimental, Theodore Ribet, bajo una línea positivista, la mayoría de los autores abordaban temas sociológicos aunque fueran profesores de filosofía. Con Emile Durkheim apareció en la tradición francesa la figura del sociólogo. Egresado de la Escuela Normal Superior, su preocupación giraba en torno a la necesidad de lograr una unidad interna y racional entre las ideas y los hechos. Su incesante exigencia de una construcción rigurosa del objeto de estudio de la sociología y de una comprobación de las teorías por medio de pruebas empíricas recorre toda su obra y constituye la base de un compromiso de nuevo cuño, consagrado a la constitución de la sociología como ciencia empírica. Durkheim sostiene que los fenómenos sociales son externos a los individuos y que se les imponen incluso cuando parecen ser extremadamente íntimos, como es el caso del suicidio.
Como la sociología no puede proceder por experimentación directa, debe hecerlo por “experimentación indirecta”, es decir, por comparaciones. ¿Qué es lo que se debe comparar? Las variaciones reciprocas de los diversos factores estudiados: si un fenómeno (la filiación religiosa) varía con otro fenómeno (tasa de suicidio) es porque entre uno y otro existe una relación de casualidad directa o indirecta sobre la que el sociólogo debe echar luz.
La sociología se transformo oficialmente en Ciencia de la Educación en Sociología en 1913; gracias al empeño de Durkheim se institucionaliza como una ciencia independiente.
La tradición hermenéutica: la escuela alemana de sociología.
1880 apareció el término sociología en Alemania, y en 1914 se crea la primera catedra sobre la materia. A diferencia de la postura positivista , esta tradicion insiste en la relación distintiva entre el sujeto cognoscente y el objeto a investigar en las ciencias sociales y, por lo tanto, se propone la comprensión del significado como el método adecuado para entender la realidad social.
El desarrollo de la sociología del siglo XX: sociedad del conocimiento y del riesgo.
La segunda guerra mundial marcó un cambio en el escenario geográfico para la investigación sociológica que, como afirma el sociólogo estadunidense Jeffrey Alexander, se desplaza de Europa hacia Norteamerica; ahí se conserva el optimismo y la confianza en defender y reconstruir el mundo moderno. Los conflictos que según Marx , destruirían a la sociedad capitalista , y que a juicio de Parsons serían superados por la sociedad moderna, aun estaban allí.
Hoy la sociología investiga a la sociedad desde puntos de vista diferentes, que van desde el análisis de la acción individual hasta los análisis del sistema-mundo.
Sociedad del Conocimiento.
Las nociones con las que los científicos sociales caracterizan a las sociedades contemporáneas son muy diversas; posmodernidad, modernidad tardía, modernidad reflexiva, sociedad del conocimiento, sociedad del riesgo, entre otras. A pesar de sus diferencias, todas convergen en un punto: la centralidad que le otorgan al conocimiento experto. El conocimiento es una capacidad que poseen los seres humanos como especie; este es un componente fundamental incluso en las relaciones sociales más sencillas. En consecuencia, la cohesión y reproducción de todo grupo social depende de que sus miembros adquieran el conocimiento que resulta importante para el grupo. La producción exponencial de saberes ha permitido el desarrollo de la ciencia y la tecnología modernas. La profundidad de estos cambios permite afirmar que las carcteristicas centrales de lña modernidad han cambiado. Las transformaciones económicas, sociales culturales y políticas de las sociedades actuales se relacionan directamente con las diversas maneras en que el conocimiento experto ha penetrado en todos los ámbitos de la vida de sus miembros, y en ese sentido es que puede afirmarse que son sociedades de conocimiento. El acceso a los medios masivos de comunicación, la divulgación del conocimiento científico y la incorporación de dicho conocimiento a la mayoría de las esferas de la vida cotidiana; también ha generado incertidumbre y resultados negativos.
Sociedad del Riesgo.
Después de consolidarse la revolución científica, e institucionalizarse plenamente durante el siglo XIX, la ciencia cobró cada vez más importancia y prestigio. La ciencia era sinónimo de progreso y racionalidad. Estas creencias condujeron no solo al enorme desarrollo d la investigación, sino también a que la ciencia desplazara otras formas de conocimiento. Sin embargo, estas ideas empezaron a ponerse en duda en el siglo XIX; un ejemplo que ilustra claramente la aparición de consecuencias no previstas en la aplicación, lo constituyen los cambios demográficos.
Esta dinámica entre el conocimiento y la imposibilidad de saber que consecuencias traerá su aplicación ha llevado a abandonar la pretensión de que la ciencia conduce al dominio de la naturaleza y a la resolución de los problemas sociales. Ulrich Beck sostenían que vivimos en sociedades de riesgo.
Apelar al concepto de riesgo para hablar de los fenómenos en las sociedades actuales es una constante en la tradición sociológica. La elección de los riesgos y de las formas de vida van de la mano.
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